La primera manifestación estudiantil en la historia de la Ciudad de Minas ocurrió cuando en Montevideo mataron a Hugo de los Santos y a Susana Pintos en septiembre de 1968. Estos jóvenes estudiantes comunistas fueron baleados en una manifestación por la avenida 18 de Julio a muy pocos días de haber matado otro estudiante también comunista: Líber Arce.
Hugo de los Santos y Susana Pintos
Los estudiantes uruguayos vivieron jornadas de una represión brutal por reclamar libertades y viejas reivindicaciones como “el boleto estudiantil”, es decir un pasaje de ómnibus urbano diferenciado (más barato) para permitir el acceso de los jóvenes al estudio. Hoy los estudiantes uruguayos cuentan con este beneficio que se peleó desde 1965 y que en 1968 llegó a su clímax.
Líber Arce
La muerte de Líber Arce (el joven de nombre consigna) ya había decidido a muchos estudiantes a sumarse a las filas de las luchas que eran, cada vez más, por espacios de libertad y expresión que por otro tipo de reivindicación. Los estudiantes minuanos más sensibles a estas causas se vieron violentamente sacudidos por los asesinatos de Hugo y Susana y decidieron hacer una manifestación para repudiar estos crímenes por el centro de la pequeña ciudad. Claro que toda manifestación debe reunir un mínimo de gente para que tenga el carácter de tal; de verdad creo que ni siquiera ese mínimo se reunía…
Algunos jóvenes sí se animaban a dejar volantes en algún lugar, o a pintar a escondidas un muro por la noche, o hacer alguna labor en el gremio estudiantil del liceo minuano. Pero salir a manifestarse por el centro, donde todos se conocen y los señalarían con el dedo… eso era otra cosa.
Algunos jóvenes sí se animaban a dejar volantes en algún lugar, o a pintar a escondidas un muro por la noche, o hacer alguna labor en el gremio estudiantil del liceo minuano. Pero salir a manifestarse por el centro, donde todos se conocen y los señalarían con el dedo… eso era otra cosa.
Debe tenerse en cuenta que una población tan pequeña (unos 30,000 habitantes alejados de la urbe montevideana) es, como decían los viejos, “pueblo pequeño pero infierno grande”, donde dar la cara por una reivindicación política costaba caro por ser una sociedad extremadamente conservadora que aún hoy no ha permitido ganar al Frente Amplio en el departamento pese a llevar dos períodos de gobiernos nacionales; donde el gremio estudiantil (la asociación de estudiantes del liceo) estaba más pendiente de la realización del baile de fin de año (que por cierto fueron muy buenos y bien organizados) que de alguna demanda de sus agremiados.
Salir a la calle y que la gente viera quienes eran “los comunistas” (no dicho como una ubicación política dentro de la izquierda, sino como un insulto), aún cuando varios no lo fueran en realidad, era difícil. Flaqueaban las piernas y se apagaba la voz al momento de bajarse a la calle Domingo Pérez entre 18 de Julio y Treinta y Tres para caminar alrededor de la Plaza Libertad. Pero se hizo. Doce o quince muchachas y muchachos se animaron e inicialmente con las voces medio apagadas pero ganando fuerza, gritaron consignas reclamando libertad y justicia.
–¿Y estos? Seguro no son de aquí. Deben ser de Montevideo.
Los minuanos que vieron la pequeña pero decidida manifestación estaban tan sorprendidos como los propios estudiantes de haberse animado a hacerla. La fría noche de septiembre los hizo mirar asombrados a aquel pequeño grupo y sólo al reconocerlos aceptaron que eran estudiantes minuanos.
Algunos de los manifestantes más que gritar iban rezando para no encontrarse con alguno de sus padres o vecinos que descubrieran sus actividades políticas. Bajaron por la calle 25 de Mayo y rápidamente se disolvieron. No caminaron más de cinco cuadras. Así de breve fue la primera manifestación. Pero fue.
oOo
La segunda ocurrió de día y con el calorcito de noviembre de ese mismo año. Esta vez los estudiantes eran más, quizás unos veinte, y aprendieron que el centro de Minas era muy pequeño para manifestarse porque luego de dar la vuelta a la Plaza Libertad ya no había mucho para hacer. Por ello decidieron tomar Roosevelt a contramano hacia la Plaza Rivera. Para sorpresa de todos ocurrió algo inesperado: se sumaron dos o tres jóvenes de Minas cuando vieron pasar la manifestación. Animados por los refuerzos crecieron las voces y cuando llegaron a la Plaza Rivera la policía minuana salió de la comisaría de enfrente y paró la manifestación.
Tranquilos los estudiantes se detienen a dialogar con los policías que indicaron que no se podía manifestar. Buscaron al de mayor edad y lo apresaron.
–¿Cómo te llamás? –preguntó con tono firme el policía.
–Ricardo Zabalza –contestó el joven que cuadras atrás se había integrado a la manifestación.
–¿Sos algo de don Pedro Zabalza*?
–Hijo.
El policía ya no muy firme pero nada tonto lo suelta inmediatamente y toma del brazo a otro muchacho que venía adelante que seguramente no era hijo de un senador y no corría riesgos. Sin embargo la hermana del joven detenido reclama, más llevada por la relación filial que por razones de otro tipo:
–Ah claro, al hijo de Zabalza no se lo lleva preso pero a mi hermano sí, ¿verdad?
–Tiene razón la compañera, lléveme a mí– se interpone valiente Ricardo.
Pero ya era mucho pensar para el policía que agotado por los cálculos políticos hechos en ese momento en medio de la Plaza Rivera decidió jugarse a que el Departamento de Lavalleja no podía tener más que un senador, y que por ese segundo muchacho no habría reclamaciones mayores. Aunque las hubo, porque ya instalado el joven de 16 años en una celda con adultos borrachos y autores de pequeños delitos se sintió un gran ajetreo en la comisaría al llegar un Jeep militar con el coronel Pedro Montañez al frente, quien preguntó de qué delito se acusaba al joven y ante la falta de respuestas de los policías lo hizo liberar en el acto.
Muy poco tiempo después, para sorpresa de todo Minas Ricardo Zabalza Waksman, minuano de 20 años, moría de un balazo en la nuca luego de ser capturado herido en Pando al enfrentarse con sus compañeros del MLN (Tupamaros) a la policía uruguaya. Nadie en Minas suponía que el hijo del senador Zabalza integraba las filas del movimiento guerrillero, pero los muchachos de la segunda manifestación no olvidaban la incorporación decidida y solidaria de Ricardo a aquellas primeras luchas estudiantiles en Minas.
*Pedro Zabalza Arrospide (Minas, 1913 - 1996), político, escribano y estanciero uruguayo, dirigente del Partido Nacional. Fue dos veces Intendente del Departamento de Lavalleja (algo similar a gobernador de una provincia) y varias veces senador de la República.
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